
Las exportaciones de carne de EE. UU. a China en peligro
La falta de renovación de licencias de importación por parte de China para más de 1,000 empresas cárnicas de EE. UU. amenaza miles de millones en exportaciones, escalando las tensiones comerciales y obligando a los productores estadounidenses a buscar mercados alternativos.

La industria cárnica de EE. UU. enfrenta una importante interrupción comercial después de que China no renovara las licencias de importación para más de 1,000 empresas cárnicas estadounidenses. Este desarrollo, revelado en el sitio web de aduanas de China, podría impactar severamente a los exportadores estadounidenses en medio de las tensiones comerciales en curso entre las dos superpotencias económicas.
Un golpe a las exportaciones de carne americana
A partir del domingo, las licencias otorgadas bajo el acuerdo comercial de Fase 1 de 2020 expiraron, afectando a grandes productores de carne como Tyson Foods, Smithfield Packaged Meats y Cargill Meat Solutions. El estado de sus licencias de exportación cambió de "activas" a "expiradas", lo que podría cortar las exportaciones de cerdo, carne de res y aves de corral de EE. UU. a uno de sus mercados más grandes.
La expiración de estas registraciones representa un gran desafío para la industria cárnica de EE. UU., con casi dos tercios de todas las plantas de procesamiento registradas perdiendo acceso al mercado chino. Analistas de la industria estiman que la pérdida financiera podría alcanzar los $5 mil millones, lo que agrava aún más la situación de los agricultores estadounidenses que ya están lidiando con los aranceles de represalia impuestos por China sobre productos agrícolas estadounidenses por un valor de $21 mil millones a principios de este mes.
Incertidumbre sobre las futuras exportaciones
La situación es particularmente grave para los exportadores de productos que tienen una demanda interna limitada, como las patas de pollo y las vísceras de cerdo, que son muy valoradas en China. Si China continúa bloqueando las solicitudes de renovación, los exportadores estadounidenses podrían tener dificultades para encontrar mercados alternativos para estos productos.
En febrero, 84 plantas cárnicas estadounidenses vieron expirar sus registraciones, pero los envíos de estas instalaciones aún podían pasar la aduana. Sin embargo, sigue siendo incierto cuánto tiempo más China permitirá tales envíos.
China exige que los exportadores de alimentos se registren ante sus autoridades aduaneras, pero según el Departamento de Agricultura de EE. UU., los funcionarios chinos no han respondido a repetidas solicitudes de renovación de licencias. Esto genera preocupaciones de que Pekín pueda estar violando el acuerdo comercial de Fase 1, que fue diseñado para mejorar el acceso al mercado para los productos agrícolas estadounidenses.
El papel de China en el comercio cárnico de EE. UU.
En 2024, Estados Unidos fue el tercer mayor proveedor de carne a China, después de Brasil y Argentina. EE. UU. representó 590,000 toneladas de las importaciones totales de carne de China, constituyendo aproximadamente el 9% de su cuota de mercado. En términos de valor, las exportaciones de carne estadounidense a China totalizaron $2.5 mil millones, posicionando a EE. UU. como el segundo en ingresos generados por ventas de carne al país.
Perder el acceso a la masiva base de consumidores de China sería un golpe significativo para los productores de carne de EE. UU., especialmente para aquellos que dependen de exportaciones de nicho como estómagos, corazones y cabezas de cerdo. El CEO de Smithfield Foods, Shane Smith, destacó recientemente la creciente dificultad de vender todas las partes del cerdo debido a los aranceles aumentados y los obstáculos regulatorios impuestos por Pekín.
¿Qué sigue para la industria cárnica de EE. UU.?
La incertidumbre en torno a las renovaciones de licencias subraya la fragilidad de las relaciones comerciales entre EE. UU. y China. Si China no restablece estos permisos, las empresas cárnicas estadounidenses necesitarán explorar mercados alternativos, potencialmente con márgenes de ganancia más bajos. Además, podría ser necesario mayor intervención gubernamental para negociar una resolución y prevenir más pérdidas para la industria.
A medida que persisten las tensiones, el sector cárnico estadounidense enfrenta duras preguntas sobre el futuro de sus exportaciones a China. ¿Las esfuerzos diplomáticos conducirán a nuevos acuerdos comerciales, o la industria se verá forzada a centrar su atención en otros compradores internacionales? Por ahora, los productores de carne de EE. UU. se quedan a la espera de claridad por parte de los funcionarios chinos, con miles de millones de dólares en juego.