
Entendiendo la Enfermedad de las Manos, los Pies y la Boca (FMD): Una Amenaza para el Ganado
La FMD es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado, causando pérdidas económicas severas y requiriendo medidas de bioseguridad estrictas, detección temprana y vacunación específica para prevenir brotes.

La fiebre aftosa (FMD) es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado, incluidos bovinos, cerdos, ovejas, cabras y otros animales de pezuña hendida. Aunque no suele ser fatal en animales adultos, puede causar enfermedades graves, pérdidas de producción y perturbaciones económicas.
¿Qué es la fiebre aftosa?
La fiebre aftosa es causada por un virus conocido como Aphthovirus de la familia Picornaviridae. Existen siete tipos diferentes (o serotipos) del virus, cada uno de los cuales requiere una vacuna específica para la protección. La enfermedad se propaga rápidamente y puede impactar severamente la agricultura, el comercio y las cadenas de suministro de alimentos.
Síntomas de la fiebre aftosa
Los animales infectados generalmente muestran síntomas dentro de los 2 a 14 días posteriores a la exposición. Los signos comunes incluyen:
Fiebre
Ampollas en la lengua, labios, boca, pezones y entre las pezuñas
Salivación excesiva
Cojera y renuencia a moverse
Disminución del apetito y pérdida de peso
Producción reducida de leche (en animales lecheros)
Muerte en animales jóvenes debido a complicaciones cardíacas
¿Cómo se propaga la fiebre aftosa?
La fiebre aftosa es una de las enfermedades animales más contagiosas, propagándose a través de:
Contacto directo con animales infectados
Transmisión por aire a cortas distancias
Alimento, agua, equipo, ropa o calzado contaminados
Vehículos de transporte que transportan animales o productos animales infectados
Carne o productos lácteos de animales infectados
Aún los animales que se recuperan de la fiebre aftosa pueden a veces llevar y propagar el virus, lo que lleva a futuros brotes.
¿Es peligrosa la fiebre aftosa para los humanos?
La fiebre aftosa no se considera una amenaza para la salud pública. Es extremadamente raro que los humanos contraigan el virus, y cuando lo hacen, los síntomas suelen ser leves.
Prevención y control de la fiebre aftosa
Dado que la fiebre aftosa se propaga rápidamente, la detección temprana y medidas de prevención sólidas son cruciales. Aquí hay pasos clave para controlar los brotes:
Prevención a nivel de granja:
Medidas de bioseguridad:
Limitar el acceso a la granja solo al personal esencial
Limpiar y desinfectar ropa, equipo y vehículos
Cuarentenar animales nuevos o que regresan antes de mezclarlos con los rebaños
Eliminación adecuada de estiércol y cadáveres
Monitoreo e informes:
Revisar regularmente a los animales en busca de síntomas
Informar inmediatamente los casos sospechosos a las autoridades veterinarias
Respuesta a brotes:
Descarte de animales infectados y expuestos para prevenir la propagación adicional
Restringir el movimiento del ganado en áreas afectadas
Desinfectar locales y equipos infectados
Vigilancia y rastreo para identificar posibles exposiciones
Zonas de cuarentena y control para limitar la transmisión del virus
El papel de la vacunación:
La vacunación es una herramienta importante en el control de los brotes de fiebre aftosa. Sin embargo, dado que cada serotipo del virus requiere una vacuna específica, las autoridades deben identificar la cepa circulante antes de administrar las vacunas. Las campañas de vacunación efectivas requieren al menos un 80% de cobertura en las poblaciones objetivo para detener la propagación.
El impacto económico de la fiebre aftosa
Los brotes de fiebre aftosa tienen serias consecuencias para los agricultores y la economía:
Pérdida de productividad: Los animales infectados producen menos leche y crecen más lentamente.
Restricciones comerciales: Los países con brotes enfrentan prohibiciones para exportar ganado y productos animales.
Altos costos de control: Contener un brote requiere una extensa vigilancia, vacunación y esfuerzos de sacrificio.
Brotes recientes y vigilancia global
En enero de 2025, se confirmó un brote de fiebre aftosa en un pequeño rebaño de búfalos de agua en Brandeburgo, Alemania. Las autoridades implementaron rápidamente medidas de control, incluyendo el sacrificio de animales infectados y restricciones al movimiento. Esto sirve como un recordatorio de la amenaza continua de la fiebre aftosa y la importancia de las medidas de bioseguridad a nivel mundial.
Reflexiones finales
La fiebre aftosa es una enfermedad grave que requiere esfuerzos coordinados para prevenir, controlar y eliminar brotes. Los agricultores, veterinarios y autoridades gubernamentales desempeñan un papel clave en garantizar que el ganado permanezca saludable y que la enfermedad no interrumpa la agricultura y el comercio. Al mantenernos vigilantes, seguir protocolos estrictos de bioseguridad y utilizar la vacunación cuando sea necesario, podemos minimizar el impacto de la fiebre aftosa en la industria ganadera y en la economía global.
Fuentes: