
El engaño de la carne en mal estado lleva a dos hombres a la cárcel
Dos hombres han sido encarcelados en Londres tras intentar vender casi dos toneladas de carne en mal estado, originalmente destinada para comida para mascotas, a compradores desprevenidos.

Un Descubrimiento Maloliente
Todo comenzó con un mal olor. Los residentes de Walworth, al sur de Londres, se quejaron del hedor a carne en descomposición que provenía de una tienda. Cuando los funcionarios fueron a investigar, descubrieron algo impactante: montones de pollo crudo, testículos de cordero y hamburguesas de res—almacenados en condiciones sucias y siendo cortados para la venta.
Destinado a Mascotas, No a Personas
La carne no solo estaba vieja—nunca se suponía que fuera consumida por humanos en primer lugar. Fue clasificada como subproductos animales, destinada a alimentos para mascotas o a la eliminación. En cambio, se preparó en secreto para ser vendida al público.
¿Quién Estaba Detrás de Esto?
Los investigadores rastrearon la carne hasta Anthony Fear, de 63 años, quien dirigía una empresa en Somerset. Él la suministraba a Azar Irshad, de 40 años, quien operaba la sala de corte ilegal en el sur de Londres.
Fear fue condenado a 42 meses de prisión y se le prohibió dirigir un negocio durante seis años.
Irshad fue encarcelado por 35 meses y se le prohibió trabajar con alimentos.
Otros dos involucrados recibieron penas suspendidas.
Un juez calificó la tienda de “asquerosamente sucia” y dijo que el crimen estaba impulsado por “pura avaricia.”
Por Qué Esto Es Importante
El crimen alimentario como este no solo es repugnante—es peligroso. La carne que no es segura para los humanos puede portar bacterias y causar enfermedades graves. Los funcionarios dicen que los compradores deben poder confiar en que la comida en su plato es segura.
Palabra Final
Este caso muestra cómo la avaricia puede poner en riesgo la salud pública. Gracias a las quejas de los vecinos y al rápido trabajo de Normas Comerciales, la estafa fue detenida antes de que más carne contaminada llegara a las mesas de cena.
Fuentes: