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Japón subasta carne fresca de ballena de aleta por primera vez en décadas: un controvertido regreso a la tradición
Por primera vez en casi medio siglo, Japón ha subastado carne fresca de ballena de aleta, marcando un momento significativo en la industria ballenera del país. En la subasta, celebrada el jueves, la carne de ballenas de aleta capturadas frente a Hokkaido alcanzó precios tan altos como 200,000 yenes ($1,312) por kilogramo (2.2 lbs), subrayando tanto la rareza del producto como las presiones económicas que enfrenta la industria.

Martina Osmak
Director of Marketing
Por primera vez en casi medio siglo, Japón ha subastado carne fresca de ballena de aleta, marcando un momento significativo en la industria ballenera del país. En la subasta, celebrada el jueves, la carne de ballenas de aleta capturadas frente a Hokkaido alcanzó precios de hasta 200,000 yenes (1,312 dólares) por kilogramo (2.2 lbs), lo que subraya tanto la rareza del producto como las presiones económicas que enfrenta la industria.
Un regreso a la caza comercial de ballenas
Esta subasta es el resultado del programa de caza comercial de ballenas ampliado de Japón, que se reanudó en 2019 después de que el país se retirara de la Comisión Ballenera Internacional (IWC). La IWC había prohibido la caza de ballenas de aleta en 1976 debido a la disminución de sus poblaciones. Ahora, la Agencia de Pesca de Japón afirma que las encuestas de stock indican una recuperación suficiente de las ballenas de aleta en el Pacífico Norte, permitiendo la adición de esta especie a su lista de caza legal junto a las ballenas minke, Bryde y sei.
Durante la temporada actual, se capturaron 30 ballenas de aleta, la mitad de la cuota permitida de 60. Japón también estableció una cuota de captura combinada de 379 para las otras tres especies. El gobierno espera que este renacimiento inyecte nueva vida a una industria que lucha con la disminución de la demanda y altos costos operativos.
La subasta y sus implicaciones
En las subastas de Sapporo y Shimonoseki, se vendieron aproximadamente 1.4 toneladas de carne fresca de ballena de aleta. Entre los cortes, la carne de la cola—conocida como "onomi" y apreciada como una delicia—commandó los precios más altos. Sin embargo, no está claro si esta subasta representa una demanda genuina del mercado o un intento simbólico de reforzar la importancia de la industria.
El funcionario municipal Ryo Minezoe comentó sobre la calidad percibida de la carne de ballena de aleta, señalando, “Escuchamos que cuanto más grande es la ballena, mejor es el sabor”, aunque admitió que no la había probado él mismo. Históricamente, la carne de ballena fue una fuente vital de proteína asequible en el Japón de la posguerra. Hoy, el consumo ha caído a solo 2,000 toneladas anuales, muy por debajo de su pico en 1962 de 233,000 toneladas.
Desafíos que enfrenta la industria
A pesar de los esfuerzos de Japón por revitalizar la caza de ballenas, la industria enfrenta obstáculos significativos. La carne de ballena se considera ahora una delicadeza en lugar de un alimento básico, limitando su accesibilidad y relevancia. Además, su precio a menudo supera al de otras carnes, haciéndola menos atractiva para los consumidores modernos.
Los expertos también señalan la dependencia de la industria de los subsidios gubernamentales, que ascienden a millones de dólares anualmente. Nobuhiro Kishigami, un profesor especializado en la caza indígena de ballenas, se pregunta si la industria puede sostenerse sin estos subsidios. “Se supone que esto es un negocio”, dijo. “Si no es accesible y delicioso... no se venderá si no es barato y bueno.”
Preocupaciones sobre la conservación y críticas
El regreso a la caza de ballenas de aleta ha reavivado la oposición de los grupos de conservación. Críticos, como Nanami Kurasawa de la Red de Acción por Delfines y Ballenas, argumentan que Japón no ha realizado suficientes investigaciones sobre las poblaciones de ballenas. “Casi se habían extinguido después de décadas de sobreexplotación”, dijo, enfatizando la necesidad de investigaciones exhaustivas sobre los stocks antes de reanudar las cacerías a gran escala.
Aún dentro de Japón, hay una división sobre el papel y la relevancia de la caza de ballenas en la sociedad contemporánea. Si bien sigue siendo un pilar cultural y económico en ciertas ciudades balleneras, tiene poca importancia para las poblaciones urbanas, donde la carne de ballena rara vez se consume.
Un camino controvertido hacia adelante
La decisión de Japón de reanudar y expandir la caza comercial de ballenas refleja un profundo compromiso con preservar lo que considera una industria tradicional. Sin embargo, el futuro de la caza de ballenas sigue siendo incierto, con la demanda del mercado, debates éticos y preocupaciones ambientales presentando todos desafíos formidables.
A medida que la industria navega por estas aguas, la subasta de carne de ballena de aleta sirve como una prueba tanto simbólica como práctica de la viabilidad de la caza de ballenas en el Japón moderno—una nación en la encrucijada de la tradición y los esfuerzos globales de conservación.
Fuentes:
